sábado, 29 de noviembre de 2014

9N

Pasado un tiempo de reflexión desde los acontecimientos (y un exceso de trabajo también), es el momento de hablar en Madrilán (o Cataleño) sobre el 9N.

Vaya por delante decir que yo soy partidario de someter a referéndum cualquier decisión importante, otorgando a la ciudadanía la capacidad, el derecho y el deber de decidir; por lo que también soy partidario de cambiar una constitución que se ha quedado obsoleta. 36 años después de haberla firmado, tenemos que volver a revisar un documento que, a todas luces, tiene que ser actualizado. 

Yo tenía 10 años cuando se votó y firmó la "consti" (así la llamaban los que la votaron allá por 1.978) y, por tanto, no pude votarla. Desde entonces he evolucionado en mi forma de pensar, he dado bandazos, he aprendido, he reflexionado... Y reclamo la oportunidad  (y porqué no el derecho) a revisar un texto que no ha crecido, ni aprendido, ni evolucionado a lo largo de estos años.

La sociedad ha cambiado y hay que adaptar el texto a los nuevos tiempos, pero no sólo en lo referente a la autodeterminación de los pueblos, también en materia de modelo de estado, organización y financiación de partidos, lucha contra la corrupción y un largo etcétera.

Y dicho esto:

¿Qué peligro hay? ¿Cambiarla? 
¿Qué peligro hay? ¿Que los catalanes, vascos, gallegos, murcianos, ilicitanos, melillenses y hasta las comunidades de vecinos decidan separarse de España?
¿Qué peligro hay? ¿Que los españoles decidamos si queremos o no una jefatura de estado otorgada por mandato divino?

Los mismos a los que otorgamos el voto, deberían devolvernos, sin paternalismos, nuestro derecho a opinar, a reflexionar y a decidir.

La tan manida fiesta de la democracia fue en Cataluña (o Catalunya) una representación de la ilusión de parte de los catalanes por autodeterminarse y un silencio clamoroso de los que no lo desean.

Salgamos de dudas. Que hable el pueblo.

Lo que me temo realmente es que la opción "independencia" no es la solución a los problemas de Cataluña (o Catalunya), mientras los mismos actores de esos problemas, se erijan como garantes del nuevo modelo o como defensores de una "consti" que está pidiendo a gritos ser modificada.

DIsfruten, ¡AR!

No hay comentarios:

Publicar un comentario