viernes, 9 de octubre de 2015

In, inde, independencia.

Mucho se está hablando del proceso soberanista y la independencia de Cataluña (o Catalunya), pero también mucho se está hablando de disparatadas medidas y actuaciones. Auténticas barrabasadas de unos y otros, con modificaciones express de T.C. incluidas, que van desde la inoperancia hasta la entrada de carros de combate en Barcelona, pasando por hacer Presidente a Mas o una tetracefalia en la presidencia.

Pues heme aquí, leyendo y oyendo disparates, que yo también quiero ser partícipe de tamaño dislate: 

Mi propuesta para la independencia: Hacer caso a los porcentajes.

He aquí mi hoja de ruta: 

1º Reformar la constitución para que los catalanes tengan el derecho a decidir.
2º Un referendum de independencia.
3º Dividir el territorio en función de los porcentajes del sí y el no. 

Así, si el sí sacase un 51% de los votos, tendríamos que dividir Cataluña (o Catalunya) en dos partes más o menos iguales. 

Algo así: 


Por otro lado, si sacase el 40% de los votos, dividiríamos el territorio en algo así: 



Esta opción es menos atractiva para los evasores fiscales (sí, esos que estáis pensando) ya que tendrían que pasar dos fronteras para llegar a Andorra y, por tanto, doble riesgo de pillar las bolsas de basura llenas de billetes en el maletero.

Y vosotros diréis: ¡Qué dislate! ¡Inconcebible! 

Y yo diré: Sí, ya lo avisé al comienzo. 

Y vosotros diréis: ¿Y qué pasa con Barcelona, la capital?
Para Barcelona la hoja de ruta contempla un punto 4.

4º Dividir Barcelona en dos. 

Al ser la ciudad emblema de ambas sensibilidades, lo justo es que la compartieran. Usando como eje central Las Ramblas, Pza. de Catalunya, Paseo de Gracia, Gran de Gracia... la división sería aproximadamente así: 



Nótese que el Camp Nou quedaría en la zona constitucionalista y seguiría jugando en la liga española para alegrías de unos y llantos de otros. 

¿Y qué hacemos con los que quieran ser Españoles y queden en territorio catalán o viceversa? 

La respuesta es sencilla: Permutas.

En Barcelona, los independentistas de la izquierda del mapa, permutarían sus casas con los constitucionalistas de la derecha mapa... y todos contentos. 

Los de Girona que quisieran permanecer en España, pasarían a ser Tarraconenses y viceversa, permutando sus casas de la costa brava por preciosos apartamentos en Salou y así con todo. 

¡Es un plan perfecto! ¡A descabellado no me gana nadie!

Pero sólo queda por responder si esa tetracefalia de la que hablamos al principio propuesta por la CUP, será con un sueldo dividido entre 4 ó 3 sueldos más a cargo del erario público. 


En fin, disparates veredes, amigo Sancho. 

Apadrina un madrilán (pulsa en el logo de dropcoin y dona):

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